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Tregua comercial entre Brasil y Argentina no beneficia la industria del mobiliario

Licencias de exportación permanecen pendientes y descenso en las ventas para aquel país es de 77,8% en el semestre

La intención de un acuerdo comercial entre Brasil y Argentina, liberando la entrada de carne de cerdo, muebles, calzados, textiles, autopiezas, neumáticos, línea blanca y máquinas agrícolas brasileñas en el país vecino no trajo, en la práctica, beneficiosal sector del mobiliario. Actuando desde 2009 con licencias de importación no automáticas, las asociadas al Sindicato de las Industrias del Mobiliario de Bento Gonçalves – Sindmóveis, tiene licencias pendientes desde hace más de 180 días, cuando el límite permitido por la Organización Mundial del Comercio (OMC). La posibilidad de tregua fue anunciada por las secretarías del comercio Exterior de ambos países en la última cúpula del Mercosur en junio.
La empresa Politorno que tenía en Argentina el destino de mitad de sus exportaciones hasta 2009, aún espera la liberación de licencias solicitadas por clientes argentinos el año pasado. Hoy, el país vecino representa menos de 10% de las ventas externas, sin previsión de recuperación para ese mercado. El gerente de Exportación César Nepomuceno cuenta que aún con la liberación de algunas licencias pendientes, la producción no puede ser iniciada por la falta de la Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI), exigida desde febrero de este año. Sin los dos documentos, el ingreso de muebles brasileños en Argentina no puede ocurrir. Para suplir la pérdida de clientes argentinos, Politorno tuvo que invertir recursos en la apertura de nuevos mercados, sobre todo en Europa y América del Sur. “No podemos contar con ese mercado en el momento. Con relación a la tregua, considero éste un acuerdo meramente político y que no va a surtir efecto práctico en los próximos meses”, evalúa Nepomuceno.
Al contrario de Politorno, que tenía una amplia cartera de clientes en Argentina y perdió negocios a partir de la vigencia de las licencias no automáticas, otras empresas del polo del mobiliario de Bento Gonçalves ni siquiera han invertido en una entrada más efectiva en el país vecino en función de las barreras gubernamentales. Bertolini, por ejemplo, estaba prospectando clientes para cocinas de acero. Pero, con la dificultad en la liberación de licencias, la empresa retrocedió. El supervisor de exportación Alexandre Boscaini destaca que la industria percibía potencial en el mercado argentino, pues la industria local no atiende las necesidades de la población. Sin embargo, los contactos serán retomados solamente cuando la situación de las licencias esté efectivamente resuelta. “En este momento, el mercado argentino no nos interesa”, resalta.
En contrapartida a la pérdida del mercado argentino, otros países en América Latina vienen presentando crecimiento económico continuo en los últimos años, con ampliación de la demanda por muebles y, por consiguiente, de las importaciones. En ese contexto, las empresas del sector del mobiliario han sabido aprovechar la demanda verificada en esos mercados. Las exportaciones de muebles del polo de Bento Gonçalves tuvieron crecimiento de 6,6% en el primer semestre de 2012, en comparación al mismo período del año pasado. Colombia, principal mercado en 2012, tuvo crecimiento de 6,8% en el semestre. En secuencia, los crecimientos más relevantes en el semestre fueron Uruguay, (74,9), Chile (23,8%), Perú (29,9%) y Angola (12,5%). Con relación a argentina, hubo un descenso de 77,8 en el semestre.